Las ideas pueden surgir en cualquier momento, de cualquier manera y bajo la influencia de cualquier fuente de inspiración. Una comida entre amigos, un viaje, un sueño, un curso que acabamos de empezar o que estamos a punto de terminar ... cualquiera de estos momentos es bueno para que la genialidad llame a nuestra puerta. Podría pasarme días enteros enumerando fuentes de ideas y posibilidades mil en las que la semilla de la creatividad puede dar su fruto, pero eso no sería productivo y, porqué no decirlo, sería más bien soporífero.
Para hablar de las fuentes de ideas me voy a centrar en la persona emprendedora y las vamos a dividir en fuentes de ideas internas y fuentes de ideas externas, así, además de acabar antes, podremos centrarnos y materializar el tema de forma efectiva.
FUENTES DE IDEAS INTERNAS
Hacen referencia a las características y habilidades propias de la persona emprendedora. Cualidades y capacidades profesionales, intereses personales, aficiones ... cualquiera de estas características inherentes a la persona pueden llevarnos a generar una idea de negocio exitosa.
En el caso de empresas que ya están en funcionamiento estas fuentes internas suelen recaer en los departamentos de I+D, bien de procesos o de productos, de donde salen, por la práctica y la investigación nuevas formas de hacer las cosas o nuevos productos complementarios o incluso sustitutivos.
FUENTES DE IDEAS EXTERNAS
Hacen referencia a las fuentes que podemos encontrar en el entorno. Debemos centrar nuestra atención en este caso a 4 vertientes bien diferentes:
Los cambios en el entorno general: ya sean políticos, legales, económicos, culturales, demográficos, etc.. Cualquier alteración en este entorno puede ser una gran fuente de oportunidades que una persona emprendedora sabrá aprovechar. Por ejemplo, con la incorporación de la mujer al mundo laboral de los años 70, comenzaron a surgir las primeras guarderías que poco a poco y nuevamente basándose en los cambios culturales, demográficos y en las necesidades surgidas del exigente mundo laboral, han ido adaptándose y nuestra ajetreada forma de vida incluyendo a día de hoy comedores, horarios nocturnos, aulas matinales, etc.
El mercado: clientes, consumidores, proveedores, distribuidores, comercio exterior e incluso nuestra propia competencia pueden resultarnos útiles a la hora de crear o modificar nuestros productos o servicios.
Los avances tecnológicos: ya sea a través de la adquisición de nuevos inventos o patentes, manteniéndose al día de los estudios y análisis llevados a cabo por los institutos y organizaciones de investigación, las revistas científicas, previsiones y redes tecnológicas o la transmisión del saber-hacer.
Las empresas de servicios: consultores o agencias de publicidad. Recurrir a expertos en generación de ideas para logar así nuevos productos o mejoras para los ya existentes es otra buena forma de llegar a esa idea que nos lleve al éxito.
Los nuevos yacimientos de empleo (NYE): son ideas que surgen en respuesta a nuevas necesidades detectadas y que, por tanto, tienen un mayor desarrollo potencial. Este es el caso de los sectores de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, la biotecnología, el medio ambiente, el cuidado de personas, ocio, turismo, etc.
Estos NYE merecen un tratamiento especial puesto que en sí mismos así lo están recibiendo de las distintas administraciones públicas, ya sean a nivel estatal, regional o local. En próximas entradas los iré desglosando y viendo cuales son sus características y las ayudas con las que se pueden contar para desarrollar ideas en este ámbito.
Para hablar de las fuentes de ideas me voy a centrar en la persona emprendedora y las vamos a dividir en fuentes de ideas internas y fuentes de ideas externas, así, además de acabar antes, podremos centrarnos y materializar el tema de forma efectiva.
FUENTES DE IDEAS INTERNAS
Hacen referencia a las características y habilidades propias de la persona emprendedora. Cualidades y capacidades profesionales, intereses personales, aficiones ... cualquiera de estas características inherentes a la persona pueden llevarnos a generar una idea de negocio exitosa.
En el caso de empresas que ya están en funcionamiento estas fuentes internas suelen recaer en los departamentos de I+D, bien de procesos o de productos, de donde salen, por la práctica y la investigación nuevas formas de hacer las cosas o nuevos productos complementarios o incluso sustitutivos.
FUENTES DE IDEAS EXTERNAS
Hacen referencia a las fuentes que podemos encontrar en el entorno. Debemos centrar nuestra atención en este caso a 4 vertientes bien diferentes:
Los cambios en el entorno general: ya sean políticos, legales, económicos, culturales, demográficos, etc.. Cualquier alteración en este entorno puede ser una gran fuente de oportunidades que una persona emprendedora sabrá aprovechar. Por ejemplo, con la incorporación de la mujer al mundo laboral de los años 70, comenzaron a surgir las primeras guarderías que poco a poco y nuevamente basándose en los cambios culturales, demográficos y en las necesidades surgidas del exigente mundo laboral, han ido adaptándose y nuestra ajetreada forma de vida incluyendo a día de hoy comedores, horarios nocturnos, aulas matinales, etc.
El mercado: clientes, consumidores, proveedores, distribuidores, comercio exterior e incluso nuestra propia competencia pueden resultarnos útiles a la hora de crear o modificar nuestros productos o servicios.
Los avances tecnológicos: ya sea a través de la adquisición de nuevos inventos o patentes, manteniéndose al día de los estudios y análisis llevados a cabo por los institutos y organizaciones de investigación, las revistas científicas, previsiones y redes tecnológicas o la transmisión del saber-hacer.
Las empresas de servicios: consultores o agencias de publicidad. Recurrir a expertos en generación de ideas para logar así nuevos productos o mejoras para los ya existentes es otra buena forma de llegar a esa idea que nos lleve al éxito.
Los nuevos yacimientos de empleo (NYE): son ideas que surgen en respuesta a nuevas necesidades detectadas y que, por tanto, tienen un mayor desarrollo potencial. Este es el caso de los sectores de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, la biotecnología, el medio ambiente, el cuidado de personas, ocio, turismo, etc.
Estos NYE merecen un tratamiento especial puesto que en sí mismos así lo están recibiendo de las distintas administraciones públicas, ya sean a nivel estatal, regional o local. En próximas entradas los iré desglosando y viendo cuales son sus características y las ayudas con las que se pueden contar para desarrollar ideas en este ámbito.
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