El mayor obstáculo, por regla general, al que se enfrenta
una persona emprendedora es la falta de los fondos necesarios para poder poner
en marcha su negocio. Los
promotores de una idea empresarial en sus fases iniciales recurren,
normalmente, a lo que se conoce como las cuatro
F’s, a saber:
Founders: Son los fondos
propios, los recursos con los que cuenta el emprendedor en su propio bolsillo.
Éstos por regla general y en los tiempos que corren, suelen ser escasos y
provenir, bien de los ahorros de toda una vida, bien de la suma que corresponde
por desempleo que puede aglutinarse en un pago único en caso de querer montarse
por su cuenta, o bien los procedentes de indemnizaciones o ingresos
inesperados.
Family: El dinero que pueda
aportar la familia. Volvemos a lo mismo. Por mucho que sea nuestra familia y
por más que nos quieran, en tiempos de crisis invertir en ideas de negocio no
da mucha confianza. Posíblemente serán los primeros inversores ante los que
tengamos que presentar nuestra idea y sin duda, serán los más críticos aunque
también los que nos pinten las cosas más claras … siempre por nuestro bien,
claro está.
Friends: Quién tiene un amigo
tiene un tesoro. Todos hemos acuñado alguna vez esta frase y hasta nos lo hemos
creído literalmente. El apoyo del círculo de amistades será muy importante.
Quizás en el tema económico no nos puedan ayudar mucho, pero serán
indispensables a la hora de hacer crecer nuestra idea y convertirla en un negocio
de éxito.
Fools: Los recursos
proporcionados por terceros. El conocimiento de éste último grupo es
indispensable pues la mayoría de las veces van a determinar el éxito de nuestra
aventura emprendedora.
1.
“Business angels”. Inversores privados de gran solvencia que deciden
invertir su dinero en empresas de nueva creación, aunque no suelen invertir
grandes cantidades. Suelen ser inversiones temporales, entre cinco y siete años
y discretas. Los nuevos emprendedores tienen más posibilidades de acceder al
crédito a través de estos inversores particulares ya que suelen tener más en
cuenta la acción que los beneficios reportados. En España existen la Red Española de “Business Angels” (Esban)
y la Asociación Española de Redes de
Inversores Privados (Aeban). Además, escuelas de negocios como IESE, IE y ESADE también están promoviendo el
desarrollo de sus propias redes de inversionistas entre sus antiguos alumnos y
colaboradores.
2.
Capital riesgo.
Son entidades financieras cuyo objeto principal
consiste en la participar temporalmente en el capital de empresas, generalmente
no financieras y de naturaleza no inmobiliaria y sin cotización en el mercado
de valores. El objetivo es que con la ayuda
del capital riesgo se logre contribuir al desarrollo y expansión de la compañía
(capitalizarla, profesionalizarla y asesorarla) para que su valor aumente y una
vez madurada la inversión, el capitalista se retire obteniendo un beneficio. Se
puede acudir a la Asociación Española de Entidades de Capital Riesgo,
que dispone en su web de un buscador de firmas de este tipo.
3.
Financiación alternativa.
Existen diferentes tipos de ayudas económicas y subvenciones para
la creación de empresas o el afianzamiento de las incipientes. Es importante
diferenciar entre las ayudas a fondo
perdido –que no hay que devolver y pasan a la contabilidad de la empresa
como un ingreso–, de los préstamos con
condiciones especiales, bonificaciones
y reducciones de los costes de la Seguridad Social.
También existen las llamadas sociedades de garantía recíproca, que facilitan avales y garantías
a las empresas interesadas para que éstas puedan conseguir financiación de las
entidades financieras.
Otras entidades que
asesoran a los emprendedores para facilitar su acceso a la financiación son
las Cámaras de Comercio o asociaciones como la de jóvenes empresarios (AJE), la de inversores y emprendedores de Internet
(AIEI) o la de emprendedores (ANDE).
En la actualidad se cuanta a demás con un nuevo concepto de
financiación acuñado en la red y denominado “Financiación en masa” (crowdfundig).
Son plataformas especializadas en donaciones y préstamos de particulares e
inversores sin coste inicial. En España ya funcionan tres: Partizipa.com, Verkami.com y Fandyu.com.
4.
Bancos.
No hay que olvidar los canales tradicionales
de financiación, como las entidades financieras, aunque éstas tienen una
aversión natural al riesgo que, con la crisis financiera, se ha acentuado. Por
eso no suelen ser una buena opción para los emprendedores noveles.
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