jueves, 29 de marzo de 2012

Aprendiendo a negociar I. ¿En qué consiste una negociación?


Todos tenemos nuestro puntito de negociantes, desde que nos levantamos hasta que caemos rendidos en nuestras camas negociar forma parte de nuestras vidas, de nuestro día a día, tanto como respirar o comer. Negociamos con nuestra pareja quién llevará a los niños al cole, quién hará la compra y quién la colocará, qué parte de la cama preferimos y qué vamos a hacer el fin de semana. Con los compañeros de trabajo también sacamos nuestras armas negociadoras y lo ponemos todo encima de la mesa a la hora de decidir cuándo coger las vacaciones.

Hay quien muestra unas dotes innatas para la negociación y quién no sabe decir que no. La realidad es que todos necesitamos desarrollar nuestras habilidades negociadoras, porque una cosa si es cierta, se puede aprender a negociar siempre y cuando tengamos claros una serie de conceptos:
  • La negociación es el proceso mediante el cual dos, o más partes, se reúnen para discutir los términos de un contrato, definir las pautas de una relación laboral, discutir el importe de la compra o venta de un producto o servicio, resolver diferencias, establecer costos, estructurar un plan de trabajo, entre otras actividades.
  • Una negociación es una secuencia de actividades y tareas, que transita por tres etapas, lo que sucede antes, durante y después de una negociación.
  • El objeto que se persigue es concretar un compromiso formal entre las partes, donde ambas puedan ganar y obtener resultados beneficiosos y favorables en pro de su bienestar (económico, personal, comercial, etc.).
  • Ambas partes necesitan la una del otra, por tanto, el proceso de negociación contribuirá a definir un acuerdo para que cada uno pueda “dar lo que tenga”.
  • La idea de este proceso es que pueda llevarse a cabo una relación ganar-ganar en lugar de ganar-perder. La finalidad de negociar es que las partes queden satisfechas la una con la otra y puedan establecer una relación provechosa que lleve a realizar otras transacciones.
  • Es muy probable que durante el proceso de discusión surjan discrepancias que opaquen la negociación, sin embargo, las partes deben siempre dialogar para poder obtener lo que desean.
Teniendo en cuenta esto ya podemos empezar a plantearnos qué queremos negociar y hasta dónde podemos llegar, a la baja y al alza, en nuestra negociación. En futuras entradas desarrollaremos más estos conceptos e intentaremos dar unas pautas a seguir para lograr una negociación exitosa.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Eligiendo forma jurídica

Una vez que tenemos clara la idea que queremos llevar a la práctica empresarial, se hace necesario elegir la forma legal bajo la cual vamos a desempeñar nuestra actividad, es decir, qué tipo de empresa vamos a constituir. Existen tres tipos:

  • Persona física: empresario individual o autónomo.
  • Colectividades sin personalidad jurídica propia: comunidades de bienes y sociedades civiles.
  • Personas jurídicas: sociedades mercantiles y sociedades mercantiles especiales.
La diferencia principal entre la personalidad física y jurídica estriba en el alcance de la responsabilidad del empresario o socio ante terceros. En el caso del empresario individual y las colectividades sin personalidad jurídica propia (que asumen la personalidad del socio), no se distingue entre el patrimonio social y el individual, con lo que el empresario responde con todos sus bienes, la responsabilidad es ilimitada, mientras que en el caso de la personalidad jurídica, la responsabilidad de los socios está limitada al capital aportado a la sociedad. La mayoría de las empresas se constituyen dentro del último grupo.

Después de estimar el tipo de responsabilidad que estamos dispuestos a asumir, deberemos comparar el resto de características, ventajas e inconvenientes que presentan las diferentes formas legales, para así llevar a cabo una adecuada elección. Equivocarse en esta elección puede llevar al fracaso de nuestra empresa, a un exceso de burocracia innecesaria y posiblemente a tener que volver a empezar de cero cuando menos te lo esperas.

Os dejo aquí una serie de enlaces para que podáis comparar rápidamente las distintas formas legales de las que os he hablado, además de encontrar más información de cada una de ellas. Esto no quita que en futuras entradas nos dediquemos en más profundidad a analizar cada uno de estos tipos, con sus ventajas e inconvenientes, además de la normativa aplicable en cada caso y los trámites a seguir para su constitución como tal.

Cuadro comparativo "PERSONAS FÍSICAS"

Cuadros comparativos "PERSONAS JURÍDICAS":

lunes, 20 de febrero de 2012

Fuentes de ideas

Las ideas pueden surgir en cualquier momento, de cualquier manera y bajo la influencia de cualquier fuente de inspiración. Una comida entre amigos, un viaje, un sueño, un curso que acabamos de empezar o que estamos a punto de terminar ... cualquiera de estos momentos es bueno para que la genialidad llame a nuestra puerta. Podría pasarme días enteros enumerando fuentes de ideas y posibilidades mil en las que la semilla de la creatividad puede dar su fruto, pero eso no sería productivo y, porqué no decirlo, sería más bien soporífero.

Para hablar de las fuentes de ideas me voy a centrar en la persona emprendedora y las vamos a dividir en fuentes de ideas internas y fuentes de ideas externas, así, además de acabar antes, podremos centrarnos y materializar el tema de forma efectiva.





FUENTES DE IDEAS INTERNAS

Hacen referencia a las características y habilidades propias de la persona emprendedora. Cualidades y capacidades profesionales, intereses personales, aficiones ... cualquiera de estas características inherentes a la persona pueden llevarnos a generar una idea de negocio exitosa.

En el caso de empresas que ya están en funcionamiento estas fuentes internas suelen recaer en los departamentos de I+D, bien de procesos o de productos, de donde salen, por la práctica y la investigación nuevas formas de hacer las cosas o nuevos productos complementarios o incluso sustitutivos.

FUENTES DE IDEAS EXTERNAS

Hacen referencia a las fuentes que podemos encontrar en el entorno. Debemos centrar nuestra atención en este caso a 4 vertientes bien diferentes:

Los cambios en el entorno general: ya sean políticos, legales, económicos, culturales, demográficos, etc.. Cualquier alteración en este entorno puede ser una gran fuente de oportunidades que una persona emprendedora sabrá aprovechar. Por ejemplo, con la incorporación de la mujer al mundo laboral de los años 70, comenzaron a surgir las primeras guarderías que poco a poco y nuevamente basándose en los cambios culturales, demográficos y en las necesidades surgidas del exigente mundo laboral, han ido adaptándose y nuestra ajetreada forma de vida incluyendo a día de hoy comedores, horarios nocturnos, aulas matinales, etc.

El mercado: clientes, consumidores, proveedores, distribuidores, comercio exterior e incluso nuestra propia competencia pueden resultarnos útiles a la hora de crear o modificar nuestros productos o servicios.

Los avances tecnológicos: ya sea a través de la adquisición de nuevos inventos o patentes, manteniéndose al día de los estudios y análisis llevados a cabo por los institutos y organizaciones de investigación, las revistas científicas, previsiones y redes tecnológicas o la transmisión del saber-hacer.

Las empresas de servicios: consultores o agencias de publicidad. Recurrir a expertos en generación de ideas para logar así nuevos productos o mejoras para los ya existentes es otra buena forma de llegar a esa idea que nos lleve al éxito.

Los nuevos yacimientos de empleo (NYE): son ideas que surgen en respuesta a nuevas necesidades detectadas y que, por tanto, tienen un mayor desarrollo potencial. Este es el caso de los sectores de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, la biotecnología, el medio ambiente, el cuidado de personas, ocio, turismo, etc.

Estos NYE merecen un tratamiento especial puesto que en sí mismos así lo están recibiendo de las distintas administraciones públicas, ya sean a nivel estatal, regional o local. En próximas entradas los iré desglosando y viendo cuales son sus características y las ayudas con las que se pueden contar para desarrollar ideas en este ámbito.


martes, 14 de febrero de 2012

En busca de financiación



El mayor obstáculo, por regla general, al que se enfrenta una persona emprendedora es la falta de los fondos necesarios para poder poner en marcha su negocio. Los promotores de una idea empresarial en sus fases iniciales recurren, normalmente, a lo que se conoce como las cuatro F’s, a saber:


Founders: Son los fondos propios, los recursos con los que cuenta el emprendedor en su propio bolsillo. Éstos por regla general y en los tiempos que corren, suelen ser escasos y provenir, bien de los ahorros de toda una vida, bien de la suma que corresponde por desempleo que puede aglutinarse en un pago único en caso de querer montarse por su cuenta, o bien los procedentes de indemnizaciones o ingresos inesperados.

Family: El dinero que pueda aportar la familia. Volvemos a lo mismo. Por mucho que sea nuestra familia y por más que nos quieran, en tiempos de crisis invertir en ideas de negocio no da mucha confianza. Posíblemente serán los primeros inversores ante los que tengamos que presentar nuestra idea y sin duda, serán los más críticos aunque también los que nos pinten las cosas más claras … siempre por nuestro bien, claro está.

Friends: Quién tiene un amigo tiene un tesoro. Todos hemos acuñado alguna vez esta frase y hasta nos lo hemos creído literalmente. El apoyo del círculo de amistades será muy importante. Quizás en el tema económico no nos puedan ayudar mucho, pero serán indispensables a la hora de hacer crecer nuestra idea y convertirla en un negocio de éxito.

Fools: Los recursos proporcionados por terceros. El conocimiento de éste último grupo es indispensable pues la mayoría de las veces van a determinar el éxito de nuestra aventura emprendedora.

1. “Business angels”. Inversores privados de gran solvencia que deciden invertir su dinero en empresas de nueva creación, aunque no suelen invertir grandes cantidades. Suelen ser inversiones temporales, entre cinco y siete años y discretas. Los nuevos emprendedores tienen más posibilidades de acceder al crédito a través de estos inversores particulares ya que suelen tener más en cuenta la acción que los beneficios reportados. En España existen la Red Española de “Business Angels” (Esban) y la Asociación Española de Redes de Inversores Privados (Aeban). Además, escuelas de negocios como IESE, IE y ESADE también están promoviendo el desarrollo de sus propias redes de inversionistas entre sus antiguos alumnos y colaboradores.

2. Capital riesgo.

Son entidades financieras cuyo objeto principal consiste en la participar temporalmente en el capital de empresas, generalmente no financieras y de naturaleza no inmobiliaria y sin cotización en el mercado de valores. El objetivo es que con la ayuda del capital riesgo se logre contribuir al desarrollo y expansión de la compañía (capitalizarla, profesionalizarla y asesorarla) para que su valor aumente y una vez madurada la inversión, el capitalista se retire obteniendo un beneficio. Se puede acudir a la Asociación Española de Entidades de Capital Riesgo, que dispone en su web de un buscador de firmas de este tipo.

3. Financiación alternativa.

Existen diferentes tipos de ayudas económicas y subvenciones para la creación de empresas o el afianzamiento de las incipientes. Es importante diferenciar entre las ayudas a fondo perdido –que no hay que devolver y pasan a la contabilidad de la empresa como un ingreso–, de los préstamos con condiciones especiales, bonificaciones y reducciones de los costes de la Seguridad Social.
También existen las llamadas sociedades de garantía recíproca, que facilitan avales y garantías a las empresas interesadas para que éstas puedan conseguir financiación de las entidades financieras.
Otras entidades que asesoran a los emprendedores para facilitar su acceso a la financiación son las Cámaras de Comercio o asociaciones como la de jóvenes empresarios (AJE), la de inversores y emprendedores de Internet (AIEI) o la de emprendedores (ANDE).
En la actualidad se cuanta a demás con un nuevo concepto de financiación acuñado en la red y denominado “Financiación en masa” (crowdfundig). Son plataformas especializadas en donaciones y préstamos de particulares e inversores sin coste inicial. En España ya funcionan tres: Partizipa.com, Verkami.com y Fandyu.com.

4. Bancos.

No hay que olvidar los canales tradicionales de financiación, como las entidades financieras, aunque éstas tienen una aversión natural al riesgo que, con la crisis financiera, se ha acentuado. Por eso no suelen ser una buena opción para los emprendedores noveles.

miércoles, 8 de febrero de 2012

IDEAS DE NEGOCIO

Hoy os invito a daros una vuelta (virtualmente hablando) por la web de la Junta de Andalucía. Concretamente, por la sección de "Autoempleo" y particularmente por los 300 planes de negocios con los que cuentan en su base de datos para servirnos de apoyo e inspiración.
La sección está dividida en 9 apartados según la temática que envuelve a la idea. A saber:
ALIMENTACIÓN: Negocios cuya actividad principal es la venta de productos de alimentación.

HOSTELERÍA/RESTAURACIÓN: Negocios destinados a ofrecer servicios de elaboración y venta de comida para consumir en el propio local, así como aquellos que suministran la comida a domicilio o cualquier otro lugar donde se solicite.
OCIO Y TIEMPO LIBRE/TURISMO: Negocios que nacen como respuesta a las necesidades de diversión y de ocupación del tiempo libre.
COMERCIO (CONFECCIÓN Y CALZADO): comercios dedicados a la venta al por menor de prendas de vestir, cada uno de ellos especializado en un determinado tipo de confección.

COMERCIO (DIVERSOS MINORISTAS): negocios dedicados a la venta minorista de distintos productos.
TALLERES Y SERVICIOS DE REPARACIÓN: negocios cuya actividad es la de producción de productos diversos (por ejemplo, taller de confección textil o taller de carpintería metálica) así como negocios dedicados a la reparación (reparación de vehículos, reparación de calzado, etc.).
SERVICIOS A LA COMUNIDAD / TERCERA EDAD / ENSEÑANZA PRIVADA: Engloba negocios dedicados a los servicios para la mejora de la vida diaria, relacionados con la tercera edad, cuidado de niños y enfermos, centros de enseñanza...
SERVICIOS: Negocios de diversa clase cuya actividad se basa en la prestación de un servicio.
MEDIOAMBIENTE: Negocios que se dedican a ofrecer un producto o servicio relacionado con el medioambiente.


Muchas veces tenemos ideas que no llegamos a madurar porque creemos que es imposible materializar los conceptos que nos bombardean la mente. En esta sección que os comento seguro que encontráis ideas curiosas o incluso trampolines para vuestras propias ideas ... ¡lo cual seguro que os vuelve más loc@s de lo que ya estáis!

¡SEGUID SOÑANDO!

jueves, 1 de diciembre de 2011

CÓMO HACER UN PROYECTO DE FORMACIÓN O DE FINES SOCIALES

¿Qué es un proyecto?


     Podríamos definir un proyecto como el trayecto que recorremos desde que queremos llevar a la práctica una idea, hasta que la damos por terminada y evaluada.


      Sería como el mapa que nos indica cómo llegar a nuestro destino. Aunque el plano no nos lleva en sí mismo, es indispensable contar con uno si queremos llegar a un sitio que no conocemos. Lo podemos enseñar a otros que nos indican mejores caminos, atajos, problemas, etc.



      El realizar un proyecto nos ayuda a planificar, a pensar en lo que vamos a realizar y en cómo nos planteamos conseguir esa idea que tenemos. Si estáis pensando en realizar un proyecto, ya sea de formación, para dar respuesta a una necesidad de formación que hayáis detectado, un proyecto social, para cubrir una necesidad social que no se este cubriendo, o cualquier otro proyecto, los siguientes consejos, seguro que os son de utilidad.



      Todo proyecto consta de una serie de fases, en cada una de ellas deberemos responder a una serie de preguntas.

  1. Análisis de necesidades ¿Sobre qué problemática específica va a actuar el programa a diseñar?¿Quienes van a ser los destinatarios y las destinatarias?
  2. Justificación ¿Porqué creemos que es necesario este proyecto?
  3. Objetivos ¿Qué queremos conseguir?
  4. Contenidos ¿Qué queremos transmitir? 
  5. Metodología ¿Cómo lo vamos a hacer? 
  6. Temporización ¿Cuándo vamos a llevar a cabo el proyecto?¿Cuánto tiempo necesitaremos para su desarrollo?
  7. Recursos ¿Qué vamos a necesitar?
  8. Evaluación ¿Se han conseguido nuestras metas? ¿Cómo podemos mejorarlo? 
  9. Difusión ¿Cómo lo vamos a difundir?
  10. Presupuesto ¿Cuánto nos va a costar? 




1.-Análisis y diagnostico de necesidades

¿Sobre qué problemática específica va a actuar el programa a diseñar?

¿Quienes van a ser los destinatarios y las destinatarias?
     Este paso previo a cualquier diseño es totalmente necesario. La evaluación de la realidad nos permitirá conocer en profundidad el tema sobre el que vamos a basar nuestro programa y lo más importante las necesidades, intereses, y demás características del grupo al que va dirigido.



     Debe contener:


- Identificación del Problema


     Hay que fijar las prioridades según las necesidades de la comunidad. En algún momento, ciertos temas tendrán que escogerse por encima de otros.



- Identificación de necesidades, intereses, recursos y posibilidades de los destinatarios y las destinatarias.


     La detección de necesidades implica analizar la realidad donde se va a actuar, con el fin de elaborar los programas de acción en función de las características propias del ámbito en el que se aplican. Este punto es esencial para no plantearse metas inalcanzables.


     Debemos investigar sobre aquellos recursos (servicios, instituciones, medios materiales, personas con capacidades desarrolladas en determinadas áreas) que nos indican como son los destinatarios y las destinatarias y por tanto, nos ayudan a entender su realidad, pero además nos proporcionan datos importantes sobre qué medios humanos y materiales existen para poner en marcha el programa.


     Por último, hay que analizar las posibilidades, es decir, las potencialidades que tiene ese grupo o colectivo.


2.-Justificación 

¿Por qué creemos que es necesario el proyecto?
     Se trata de establecer por qué se ha de desarrollar este programa, en qué datos nos

basamos para pensar que debemos iniciar una acción y qué ventajas supondría sobre la situación actual


     La justificación deberá contener datos sintéticos acerca de:

  • Descripción de la situación de partida.
  • La finalidad última del proyecto.
  • Las bases del proyecto: recursos y posibilidades del mismo.
  • Las limitaciones con las que puede encontrarse.
  • El punto de vista del personal técnico, de la comunidad y del grupo político.
  • Y si la situación lo requiere: Marco legislativo en el que se apoya y Marco teórico (participación, solidaridad, intercambio, etc).

3.-Objetivos 
¿Qué queremos conseguir?
     Los objetivos deben entenderse como guías que orientan el proceso y hacia las cuales hay que orientar la marcha del mismo.


     Con los objetivos concretamos qué queremos hacer, qué cambios queremos lograr respecto a la situación de partida, a dónde queremos llegar, y cuál queremos que sea la situación (sobre el colectivo con el que se va a trabajar) cuando el proyecto haya llegado a su fin.


     Debemos describir:
  • Objetivos generales: Indican qué se quiere conseguir con este programa o proyecto. Necesitarán de varias acciones para conseguirlos.
  • Objetivos específicos: Nos indican qué vamos a conseguir a pequeña escala con las actividades propuestas, o con el grupo en cuestión. Deben ser medibles, y conviene que no sean muy ambiciosos para que se puedan alcanzar. Son concretos y vendrán determinados por la actividad propuesta.
4.-Contenidos
¿Qué queremos transmitir?
     Los contenidos constituyen el eje sobre el que se centrará nuestra programación, entendiendo como contenidos no sólo lo referente a conceptos, sino también a procedimientos y actitudes.

  • Conceptuales o teóricos: referentes a conceptos, qué son las cosas.
  • Procedimentales o prácticos: referente a procedimientos, cómo se hace.
  • Actitudinales o relacionados con la profesionalidad: referentes a actitudes, valores.
5.-Metodología
¿Cómo lo vamos a hacer?
      En este apartado tendremos que determinar por un lado el tipo de actividades que realizaremos, y por otro las técnicas que utilizaremos a lo largo del proceso.


6.-Temporización
¿Cuándo vamos a llevar a cabo el proyecto?
¿Cuánto tiempo necesitaremos para su desarrollo?

     Se trata de establecer el tiempo que vamos a emplear en el desarrollo de cada programa o actividad y la fecha o época en la que se llevará a cabo. Es muy importante estimar la duración y las fechas en las que se realizarán las actividades propuestas.


7.-Recursos
¿Qué vamos a necesitar?

     Una vez decidido todo lo anterior hay que concretar qué recursos se necesitarán. Es un momento importante ya que una mala previsión puede provocar que el proyecto fracase.


Se deberán tener en cuenta:


Recursos humanos: Se trata del equipo técnico. Éste variará en función de las necesidades del programa, y hay que tener en cuenta todos los aspectos. Coordinador-a,técnicos, personal de apoyo etc.


Recursos materiales
  • Infraestructuras: aulas, alojamiento, etc.
  • Material no fungible: Hace referencia a todo lo que se necesita para el desarrollo del proyecto y que no es perecedero, al menos a corto plazo. Sillas, mesas, ordenadores, etc.
  • Material Fungible: Se refiere a todo el material que se va a consumir durante el proyecto.


     Conviene que esté bien calculado, un proyecto no es mejor porque use más material, lo que interesa es que el uso del material sea optimizado. No debemos olvidar que la coherencia es un aspecto fundamental cuando estemos desarrollando un proyecto.


8.-Evaluación
¿Se han conseguido nuestras metas? ¿Cómo podemos mejorarlo? 
     Entendemos por evaluación toda aquella acción sistemática y continuada encaminada a recoger información acerca del éxito de un programa, la satisfacción de los y las destinatarios, la adecuación de los recursos a los tiempos, así como la valoración del papel desempeñado por los ejecutores lo largo de la actividad.

     La evaluación es una parte fundamental en el proceso.

     Por esto podríamos distinguir tres momentos diferentes en la aplicación de la evaluación:
  • Evaluación Inicial
  • Evaluación de Proceso
  • Evaluación posterior a la actividad
9.-Difusión
¿Cómo lo vamos a difundir?
     La difusión es una parte de todo proyecto que no debe ser olvidada. Se trata de dar a conocer lo que hacemos más allá de las personas a las que va enfocado directamente nuestro programa. La difusión nos permite el intercambio de información y experiencias, la mejora de programas, la captación de nuevas personas dispuestas a colaborar o, incluso nuevos encargos de trabajo.

     A modo de resumen, planteamos las cuestiones fundamentales que deberíamos responder al plantearnos un proceso de difusión:

  • Qué decir.
  • A quién decirlo.
  • Cómo decirlo.
10.-Presupuesto
¿Cuánto nos va a costar?
     En el deben constar los recursos humanos, describiendo el equipo técnico necesario, también deben figurar los recursos materiales y las infraestructuras que necesitaremos, pensando si es posible alquilar, comprar o conseguir que están sean prestadas.
  • Debemos detallar el material fungible y el no fungible.
  • Se consignarán el el proyecto, en el capítulo otros gastos, el resto de gastos: de transporte,de comida, regalos, de difusión y de evaluación
  • Hay que contar con un seguro y por supuesto reservaremos, al menos un 10% para posibles imprevistos, que siempre aparecen.
     Por último calcularemos el coste total del proyecto incluyendo las aportaciones de otras entidades y ahora ya sólo nos queda anotar la cantidad que se solicita.


EMPRENDER CON UN NEGOCIO DE CAPACITACIÓN PROFESIONAL

Paseando hoy por una de mis páginas favoritas (1000ideasdenegocios.com), me he llevado la sorpresa de encontrar una nueva entrada relacionada con ese "temilla" que tanto nos ronda a todos la cabeza y del que casi no nos atrevemos a hablar ... emprender con un negocio de capacitación profesional.

Como bien dice Edwin Amaya, y tantas veces os he comentado yo (para que veáis que no soy la única loca en el mundo) ...



"El conocimiento unido a la experiencia tienen un enorme valor que convertido en cursos profesionales puede representar una excelente alternativa de ingresos"



Es un hecho, tal como está el mercado laboral hoy por hoy, que todos buscamos mejorar nuestras habilidades, de hecho nosotros mismos lo hicimos el día que elegimos un curso de formador ocupacional para canalizar nuestros conocimientos y experiencia hacia el mundo de la enseñanza.

La necesidad de una mejora continua, tanto en habilidades como en conocimientos es latente tanto para la empresa, como para las personas que prestan sus servicios en ellas. Las unas para mejorar su productividad, eficacia y eficiencia. Las otras para poder aspirar a mayores beneficios en el desempeño de su trabajo.

La guía que propone la entrada que os comento es casi perfecta, sólo le falta llevarla a la realidad de nuestro mercado, trabajarla, pulirla y liarnos la manta a la cabeza. Os pongo un extracto, pero os dejo el enlace para quien tenga más curiosidad.

Desde luego que una cosa es tener el conocimiento y otra muy distinta es transformarlo en un curso sistematizado. Sin embargo, con la planificación correcta puedes lograrlo. Por tanto, acá te comparto a manera de guía, algunas preguntas usuales para poder iniciar tu propio negocio de capacitaciones.

¿Qué tipo de curso impartir?

Lo más conveniente es comenzar cursos o seminarios que tengan relación con el tema o grupo de temas que mejor domines y que puedas desarrollar con propiedad. El éxito de este negocio se fundamenta en que las personas realmente aprendan y se lleven ese valor intangible que representa el conocimiento.

Puedes desarrollar seminarios de unas pocas horas, cursos cortos o bien cursos completos de acuerdo a tu disponibilidad de tiempo, espacio y mercado objetivo.

¿Cómo comenzar?

Como en todo negocio, comienza preparando un plan. Aunque suene repetitivo, nada es mejor que tomar lápiz y papel y esbozar tus ideas para darles forma. Debes responder a varias preguntas antes de emprender que tienen que ver con el qué, cómo y cuándo de tu negocio. También es importante elaborar un presupuesto que te permita determinar con claridad, con que recursos financieros dispones.